En 1959, el Festival de San Sebastián distribuyó dos números extraordinarios de su revista oficial en los certámenes de Cannes y Venecia. El objetivo era claro: contar al mundo que, desde la obtención de la codiciada categoría de “festival competitivo no especializado”, concedida por la FIAPF en 1957, San Sebastián se codeaba con la elite festivalera internacional. El número publicado en francés, que circuló en Cannes en mayo de 1959, no deja duda de la operación de diplomacia cultural: el prestigio del Festival era, también, una forma de romper el aislamiento de una España franquista que trataba de mudar su piel. Los textos en portada de Antonio de Zulueta y Besson (director del Festival entre 1957 y 1960) y Carlos Fernández Cuenca (al frente de la llamada Filmoteca Nacional de España y futuro director del certamen entre 1963 y 1966) son ilustrativos: mientras el primero celebra la incorporación de San Sebastián a la “fuerza cultural de nuestra vieja Europa Occidental”, el segundo alaba la naturaleza fronteriza de “una de las ciudades de mi país más abiertas a los contactos del mundo”. Asimismo, el número anuncia los aspectos más cosmopolitas y aperturistas de la edición que se celebrará en julio de ese mismo año: el homenaje a René Clair (organizado junto a un grupo de jóvenes entusiastas agrupados en torno al Cineclub San Sebastián, entre los que se encontraban Javier Aguirre, Elías Querejeta o Antxon Eceiza), un curso y retrospectiva dedicados a las “doce de Bruselas” (una lista de las mejores películas de la historia del cine seleccionadas por 117 expertos con motivo de la Exposición Universal de 1958) y la relación de países que ya habían remitido sus películas a competición (y que incluían a países socialistas como Checoslovaquia o Polonia a los que posteriormente se sumarán Bulgaria, Hungría y Yugoslavia, algo que generó una agria polémica con los sectores más reaccionarios del franquismo). Sin embargo, algunas de estas intenciones se darán de bruces con las paradojas a las que inevitablemente se enfrentaba un festival internacional que se celebraba en ausencia de libertades políticas. Cuatro de los títulos programados en el ciclo de Bruselas serán censurados: ninguna de las tres películas soviéticas seleccionadas (Dovzhenko, Eisenstein, Pudovkin), como tampoco Ciudadano Kane, llegarán a las pantallas del Festival. Por su parte, el mandato de Zulueta concluirá tan solo un año después cuando, tras las críticas contra la censura franquista vertidas por los jóvenes estudiantes que acudieron al Primer Encuentro Internacional de Escuelas de Cine, se vea obligado a presentar su dimisión.
Número extraordinario de la revista Festival (1959) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Reglamento del II Festival Internacional de Cine de Cartago (1968) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta de Josefina Molina a la organización del Festival (1978) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta de Diego Galán al director de cine Jafar Panahi (1998) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Programa de mano de la edición XI del Festival International de Films de Femmes de Créteil et du Val de Marne (1989) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta de Wolf Kochmann a Pilar Olascoaga en relación al fallecimiento de Bette Davis (1989) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta de Luis Buñuel al alcalde de San Sebastián Antonio Vega de Seoane (1960) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta enviada por Antonio de Zulueta y Besson al Cineclub Irún aceptando colaborar con ellos (1960) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta del cineasta underground Antoni Padrós a Pilar Olascoaga (1977) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta de Alfredo Guevara, Viceministro del Ministerio de Cultura de Cuba y fundador del ICAIC, a Luis Gasca, secretario general del Festival (1977) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta enviada por VALIE EXPORT al director del Festival Miguel de Echarri (1977) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Carta manuscrita de Jean Cocteau a Antonio de Zulueta y Besson (1959) Archivo Festival de San Sebastián [+]
Acreditación de Pilar Olascoaga para asistir a la 40º edición de la Berlinale (1990) Archivo Festival de San Sebastián [+]