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El I Concurso de Carteles del Festival de San Sebastián (1960)
En diciembre de 1959, en el marco de un particular contexto político, cultural e institucional, el Festival de San Sebastián convocó el primer concurso público de carteles con vistas a la celebración de su octava edición en julio de 1960. Esta exposición recupera la desconocida iniciativa pionera del certamen a través de la exhibición de los bocetos participantes, proponiendo una aproximación a los materiales y una atención detallada a los engranajes del concurso.
Desde su nombramiento como director del Festival en 1957, la figura de Antonio de Zulueta y Besson fue reflejo de algunas tensiones internas que encontraban su eco en la esfera política estatal. Mientras el régimen franquista abandonaba su sistema autárquico, vigente desde el final de la Guerra Civil, en aras de un gobierno tecnócrata que marcaría un camino aperturista, el Festival se reubicó en la escena internacional tras lograr la máxima categoría de la FIAPF en primavera de ese mismo año, ejerciendo de escaparate de la transformación franquista. Bajo el mandato de Zulueta y Besson, el Festival se abrió por primera vez a los cines del Este, organizó las I Jornadas de Escuelas de Cinematografía celebradas en el Estado y conoció la entrada de múltiples producciones americanas tras los acuerdos firmados con la MPEAA. El concurso de carteles ha de entenderse como un eslabón más de esta cadena de apertura controlada, un hito aparentemente democratizador de un festival dirigido hasta entonces a una pequeña élite.
El Festival de San Sebastián difundió la iniciativa a través de la publicación de sus bases y del envío de invitaciones a organizaciones y asociaciones artísticas. En esta primera edición del concurso se recibieron más de 50 bocetos de carteles de diferentes artistas procedentes de todo el país. Las técnicas de collage, gouache, acrílico, acuarela y cera fueron las más comunes entre los diseños. Asimismo, la mirada pausada sobre los bocetos permite identificar algunos motivos visuales repetidos: alusiones a la película en fotoquímico, el símbolo de la concha, herramientas tecnológicas como las cámaras y los focos, retratos del público y vistas cenitales de la playa de la Concha.
Entre los bocetos participantes cabe destacar el enviado por una joven Pascuala Campos Michelena bajo el lema “Albastros”. En el dibujo, un rostro femenino sostiene la mirada fija en el infinito, conformando su silueta con pinceladas negras y trazos de colores amarillos, aguamarinas y vino tintos. Pascuala Campos, una de las pocas mujeres participantes del concurso, se erigió tiempo después como una figura esencial para la arquitectura y la militancia feminista gallega, convirtiéndose en la primera mujer en obtener una cátedra de proyectos en España con su trabajo Espacio y Género.
Si bien la competición transcurrió en aparente armonía, la elección del boceto ganador puso en entredicho las intenciones iniciales de la iniciativa. El jurado, conformado por artistas ajenos a la organización del certamen, falló a favor de “Cinta azul” de Fermín Hernández Garbayo, diseñador y miembro fundador del colectivo Grupo 13. En su propuesta, un fragmento de película caricaturizado con rostro masculino mira hacia una pequeña concha. Tras el anuncio del diseño vencedor, el Festival solicitó a su autor, en posteriores comunicaciones, una “modernización” de su boceto para la confección del que sería el cartel oficial del certamen. Garbayo desarrolla y envía hasta seis versiones del boceto original: un perfilamiento del rostro, la introducción de una sonrisa y una evolución de los colores entre un diseño y otro, pero la correspondencia parece estancarse. Pese a las modificaciones introducidas, ninguna de sus versiones se usaría en el diseño final del cartel oficial de aquella edición, realizado finalmente por encargo expreso del certamen a Fernando Boronat.
Al año siguiente, ya sin Zulueta y Besson en la dirección del Festival, el Comité Ejecutivo del certamen decidió no dar continuidad al concurso de carteles, al menos, durante aquella novena edición. Aunque volvería a realizarse tiempo después en otras ediciones, el primer concurso de bocetos organizado en 1960 puso en evidencia las tensiones internas de un festival obligado a controlarse.
Comisariado y catalogación: Matías Fajn y Laura Alhach.
Coordinación de investigación: Irati Crespo.
Los materiales expuestos fueron hallados en el año 2022 y su divulgación es posible gracias a las labores de conservación, catalogación y digitalización llevadas a cabo por el equipo de Artxiboa.